En uno de mis paseos por la Red, me he encontrado con una noticia de esas que llaman nuestra atención, por absurdas e incomprensibles, de esas que te hacen exclamar: «¡No puede ser verdad!».
Resulta que, en Suecia, un fan del heavy metal ha convencido al gobierno del país escandinavo para que sus preferencias musicales sean clasificadas como una invalidez y que le abonen un paga de 400 euros al mes por su 'enfermedad'. Estos suecos...
El personaje se llama Roger Tullgren, tiene 42 años y procede de Hässleholm, una localidad situada al sur de Suecia. Su afán por el heavy metal es tal que asegura que domina todas las facetas de su vida y, tras conocer los resultados de una pruebas psicológicas, el Servicio de Empleo ha accedido a pagar, como subsidio, una parte del sueldo de Tullgren, que trabaja a tiempo parcial como lavaplatos en un restaurante.
Otra contraprestación es que su nuevo jefe le permite poner música a todo volumen en su puesto laboral. «Llevo diez años intentando que reconozcan mi afición al heavy como una discapacidad», ha declarado Tullgren al periódico sueco The Local. «He hablado con tres psicólogos y finalmente han acordado que hay que evitar que se me discrimine por mi amor a la música».
Según Roger Tullgren, su interés por el heavy metal se inició cuando su hermano mayor llevó a casa un disco de Black Sabbath en 1971. Desde entonces, casi nada más le ha importado a este sueco cuarentón, que peina pelo largo, colecciona tatuajes por todo su cuerpo y se decora con joyería de calaveras y huesos cruzados, según describe la noticia de The Local.
El rockero asegura que asistió a casi trescientos conciertos el año pasado y que, a veces, faltó a su trabajo para poder ir. Su último jefe le despidió por absentismo laboral. Tullgren se quedó en el paro y dependió durante un tiempo de las ayudas sociales.
Sus sesiones con los psicólogos han dado una solución, cuanto menos, curiosa: Tullgren firmó un documento que atestigua que su estilo de vida ligado al heavy metal es una incapacidad y que le autoriza a recibir una paga adicional de la oficina de empleo.
«Firmé un documento que decía: ‘Roger se siente impulsado a mostrar su estilo heavy metal. Esto dificulta su situación en el mercado laboral. Por lo tanto, necesita ayuda financiera adicional’. Así que ahora puedo ir a una entrevista de trabajo vestido como voy habitualmente y darle ese papel al entrevistador», apuntó este intrépido sueco.
El encargado de su nuevo puesto de trabajo le permite ir a conciertos siempre que después recupere las horas perdidas. También le permite vestir como le gusta y escuchar heavy metal mientras lava los platos. «Pero no demasiado alto cuando hay clientes», confiesa en The Local.
El periódico sueco que publica la noticia ha hablado con un psicólogo ocupacional en Estocolmo, quien ha reconocido sentirse desconcertado por esta decisión: «Creo que es extremadamente extraño. A menos que exista un diagnóstico subyacente es absolutamente increíble que la oficina de empleo vaya a pagar ese subsidio. Si alguien tiene ludopatía, no le envíamos directamente a un casino. Tratamos de curar la adicción, no de reforzarla», ha señalado.
El estado sueco ofrece incentivos fiscales a las empresas que contraten a Roger Tullgren y, además, le dan a este fan del heavy metal un subsidio de algo más de 400 euros, que se suman los casi 1.700 euros que cobra como lavaplatos.
Que respeten su forma de vestir y su filosofía heavy me parece lo más correcto. Ahora, ¿le hubiesen dado las autoridades suecas de Empleo el mismo subsidio a Tullgren, si este 'heavy' de cara fuese su vecino y les brindase con sesiones de Black Sabbath todas las mañanas para despertar? Al parecer, es lo que hace, escuchar el heavy metal más cañero cuando se levanta.
El caldo
Vinos que a mí siempre me han resultado 'heavys' al paladar son los de la D.O. Toro, en la provincia de Zamora. Pero no por ello desprecio probarlos. El último caldo del que me han hablado, procedente de esa tierra, es el Libranza 2004 de Bodegas Matarredonda. Aún no lo he probabo. Ya habrá tiempo y lugar.
Salud a todos los heavys del mundo. Y ya sabéis, lo vuestro no tiene cura.
PD: Mañana mismo voy a un psicólogo. Con Zapatero nunca se sabe...
5 oct 2007
¡Qué cara más 'heavy'!
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