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8 ene 2008

Esquizofrenia 3.0

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El Sargento Crítico me ha hecho pensar. Y me ha animado a escribir, gracias a su último post. Cierto es, como dice Pepe Villoslada, que cada vez son más numerosas las personas que abandonan el anonimato en internet y salen del armario digital para dar la cara. Pero aún hay cobardes 2.0.

Por mi trabajo, estoy expuesto a la crítica. Y no la rehuyo, ni la desprecio cuando es contraria a mi interpretación u opinión sobre las historias que a diario escribo en IDEAL. Es más, de la crítica se aprende. Sí, pero no aguanto a los que se esconden tras un seudónimo, alias o nick cuando de internet se trata. Es cobarde. Aunque más que cobarde es demasiado absurdo e irracional.

Existen foros en la red donde, escondidas tras un nombre ficticio, personas de toda índole y condición dan rienda suelta a su Mr. Hide particular y lanzan dardos envenenados en forma de palabras que ahí quedan, sin propósito de enmienda. Ocurre en los foros y en los medios de comunicación que permiten la participación anónima. En este punto, pido el 'DNI digital', por favor. Agarro esa bandera y no la soltaré hasta que quede izada en internet.

Existe un foro futbolero donde aficionados a un equipo granadino se reúnen virtualmente para compartir su afición. Como en botica, hay de todo. Garbanzos negros entre ellos. Uno de los casos que más me llama la atención es el de un psiquiatra (lo sé porque un día un amplio número, no todos, decidió confesar sus nombres y apellidos, y algunos hasta su profesión) de un hospital granadino que se camufla bajo el nick de 'freud', así en minúscula. Pues bien, esa persona, a quien habría que prejuzgar como racional, por aquello de su profesión, se comporta como si uno de sus pacientes se tratara e insulta, desprecia o vilipendia a diestro y siniestro a quien se le ponga por delante. En la gran mayoría de ocasiones su objetivo son los periodistas que nos dedicamos en Granada a la información deportiva. Nos dedica lindeces de todo tipo. No se corta. Y sólo por el simple hecho de opinar distinto o porque, llanamente, lo que escribimos o contamos no coincide con su línea de pensamiento. He llegado a pensar que quien necesita tumbarse en el diván es él. Y se lo he comentado a algunos compañeros suyos de foro que tengo el placer de conocer personalmente.

La cuestión es que no entiendo cómo una persona se desahoga de esa manera tan mezquina en internet. Me pregunto si detrás de su verborrea insultante hay algún motivo oculto, algún trastorno de personalidad encerrado. No le encuentro otra explicación, porque el fútbol es para mí sólo un juego, donde la trivialidad debe ser la postura más lógica por parte del aficionado.

Estoy seguro de que ese hombre nunca se atrevería a decirme a la cara todos los calificativos que ha empleado para criticarme a mí o otros compañeros. Lo sé porque llegué a mantener una breve conversación con él en un encuentro casual y callejero con un conocido común, poco después de que iniciara esa enfermiza obsesión hacia la prensa deportiva granadina y algo antes de que yo me encontrase entre sus dianas. Su actitud fue educada, incluso impregnada de esa sorpresa o admiración que el público nos muestra a los periodistas que nos leen, oyen o ven en televisión cuando nos tienen cerca por primera vez (a uno no le ocurre muy a menudo porque no es tan conocido, salvo en mi ámbito de influencia, aunque se agradece que ocurra, ya que la cercanía con el lector aporta la gran mayoría de las veces un reconocimiento hacia nuestra labor). Se trataba, en definitiva, de una persona normal, vamos, cordial y afable, me atrevería a decir.

¿Cómo desemboca alguien en actitudes cuasi esquizofrénicas cuando se sienta delante de un teclado y hace uso del anonimato que le permite internet para devorar con palabras a quien le apetezca?

En fin, que me gustaría que esta reflexión mía llegase a sus ojos. Quizá por saciar mi curiosidad de saber cómo reaccionaría y comprobar si su actitud cuasi psicótica e irrespetuosa en el mundo virtual quedaría aplacada o crecería aún más en la vida real. Me temo que sería más bien lo segundo, aunque seguro que se escudaría otra vez en el mundo virtual para desahogarse. Porque a casi nadie le agrada oír la verdad. Y a los que se comportan así, menos todavía.

PD: Para el que no lo entienda, lo de 3.0 es porque en el mundo informativo digital se califica hoy día como Periodismo 3.0 a aquel tipo de periodismo que se ejerce en la red, en el que la participación ciudadana es una herramienta más de nuestro trabajo. Es una manera resumida y sencilla de definirla, aunque el concepto es mucho más amplio. El término lo acuñó Dan Gillmor

*Imagen cortesía de stockxpert.es

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente hay de todo, y los foros son muy peligrosos en el aspecto que tú refieres precisamente por poder estar escondidos bajo un nick. Pero no queda otra más que tragar, pues ante eso no se puede hacer nada más que levantar la cabeza y seguir tu ritmo de vida. Es así. A no ser que, por ejemplo, ese DNI tan particular que mencionas tomara forma.

Un saludo

Rocío Mendoza dijo...

Sé que voy a decir una barbaridad, políticamente incorrecta,para variar. Pero creo que el uso del "nick" está en la misma "naturaleza" de los foros. Anonimato para opinar y de paso insultar. Nunca me gustaron los foros, lo reconozco.

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